
Paul Klee nació en Münchenbuchsee, cerca de Berna, Suiza, el 18 de diciembre de 1879, pero en 1898 se trasladó a Munich donde estudió arte en una escuela privada y en la Academia de Bellas Artes de la ciudad. Hijo de músicos y artistas, Klee dirigió su vena artística hacia la pintura: trabajó con el óleo, la acuarela y la tinta. Fue considerado como uno de los representantes más originales del arte moderno, su arte variaba entre el surrealismo, el expresionismo y la abstracción. Siguiendo un estilo artístico específico y muy personal, creó una serie de obras famosas por parecer imágenes de ensueño fantástico, ingenio e imaginación.
Un viaje que realizó a África en 1914 le hizo descubrir definitivamente el color e hizo madurar su estilo. Durante los siguientes 20 años, sus pinturas y acuarelas mostraron el dominio de unas armonías cromáticas delicadas y oníricas, que generalmente usó para crear composiciones sencillas y semiabstractas o incluso efectos que las asemejan a mosaicos. A partir de 1935, afectado por una enfermedad, Klee adoptó un estilo claro, sencillo, caracterizado por líneas gruesas como de carboncillo y grandes áreas de colores matizados. Sus temas artísticos durante este periodo adoptaron un tono pesimista y dramático.
Klee murió en Muralto, Locarno, Suiza, el 29 de junio de 1940.
Os dejo algunas de sus maravillosas y exquisitas obras.





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